Verstappen gana el accidentado Gran Premio de Australia.

Fue más largo el prólogo de la transmisión televisiva del Gran Premio de Australia, que la carrera misma. Una prueba que tuvo 4 salidas y 3 paradas y que se resolvió de la manera menos entretenida para los seguidores de la F1 en todo el mundo.
Todo comenzó auspiciosamente para los dos pilotos de Mercedes (Russell y Hamilton), que ya habían demostrado en los entrenamientos de viernes y sábado que el auto volvía a ser competitivo frente a los Red Bull y al Aston Martin de Alons0 que este año ha comenzado muy prendido.

Pero en la vuelta 9 comenzaron los problemas, cuando el Williams de Albon se estrella en forma espectacular contra el muro, pero salva ileso, no así el auto, cuyos restos se esparcen por varios metros en a pista. Esto implica la entrada del auto de seguridad y una larga interrupción de la prueba mientras la grúa retira el auto y el personal de limpieza despeja en piso de las piezas del Williams y la tierra de retención fuera de la pista.

Viene la nueva largada, con Hamilton y Russell partiendo esta vez por delante de Verstappen, pero este se las arregla para rebasar a ambos e instalarse como líder y no soltar más la punta, ni en la tercera bandera roja ni en la insólita última largada, en que los comisarios de la FIA decidieron que la última salida, a solo una vuelta del circuito, se hiciera en el orden en que estaban en la pista antes del último incidente entre el choque de Alonso y Sainz.

Los comisarios, eta vez, decidieron que Sainz fuera sancionado con 5 segundos, por lo que se le relegó al 12° segundo lugar y Alonso quedó tercer0, con Hamilt0n segundo y Verstappen como ganador, con lo que mantiene su primer lugar en la tabla de pilotos, con 69 puntos.