George Russell gana el Gran Premio de Brasil y rompe la mala racha de Mercedes Benz en 2022.

Como siempre en la historia, la fecha que se disputa en el circuito Interlagos, en San Pablo, Brasil tuvo de todo. Solo faltó la lluvia, que se temió en algún momento, cuando la temperatura en la pista había pasado de los 51 grados y los 29 en apenas unos minutos, y el típico viento que viene desde el lago había comenzado a soplar fuerte.

Pero antes que eso, cuando recién se había lanzado la carrera, en la vuelta más lenta del circuito, el Hass de Kevin Magnussen fue chocado por atrás por el McLaren de Daniel Ricciardo, lo que dejó a ambos fuera de competencia en la primera vuelta de la carrera. Fue, entonces, la primera entrada del auto de seguridad, que pareció eterna mientras se retiraban los restos de los autos golpeados.

Una vez que se retiró el safetycar se desató toda la presión contenida de los conductores y comenzaron a pasar las cosas «normales» en este tipo de carreras. Primero, el roce entre Verstappen y Hamilton, del cual salió mejor parado el británico de Mercedes, le despejó el camino a su compañero George Russell, que había comenzado a repetir su brillante actuación del sábado, cuando dio una clase magistral de manejo en un circuito rápido y ganó con soltura el sprint. 

Pero fue entonces cuando sucedió lo inexplicable y que puede traer  cola al interior de Red Bull: desde el rincón técnico le dijeron a Verstappen que dejara pasar a «Checo» porque él tenía más posibilidades de subir a podio y así acumular puntos en la tabla de pilotos. Sin embargo, el neerlandés se negó a ello y no le dio la pasada a su compañero de equipo, dejando la lucha por los tres primeros lugares reservada solo a los Mercedes y al Ferrari de Sainz.