En su casa y con el ruidoso fervor y color de la hinchada naranja, el piloto neerlandés se impuso en Zandvoort y quedó a tiro de cañón para lograr su segunda corona consecutiva en la F1.
René Durney C. / Fotos: Mercedes Benz Sports / F1
Cuando los astros se alinean para un lado no hay nada que hacer. Lo de Verstappen no solo de esta temporada. Comenzó el año pasado, cuando una dudosa decisión del director de la carrera en Abu Davi le permitió al neerlandés ganar el campeonato en la última carrera, en perjuicio del heptacampeón Lewis Hamilton. Pero tampoco hay que desmerecer que Verstappen llegó a esa instancia por su desempeño durante el año. Y también el de su escudería Red Bull, que pudo -al fin- ponerle un contrapeso a la hegemonía casi absurda que imponían las Flechas de Plata de Mercedes y su estrella Lewis Hamilton.
Hoy, Max Verstappen demostró que vuelve a estar a punto de ser campeón y lo demostró delante de su hinchada, ganando una carrera que parecía iba a ser la primera de Hamilton y Mercedes en esta temporada, para acabar esa leyenda que podría ser esta la primera vez en 15 años que Hamilton termine un torneo sin haber ganado NI UNA CARRERA.

¿Que fue una gran oportunidad para el neerlandés que no estaba en el cálculo lógico? Sí, pero él estaba allí y aprovechó el regalo. Es como los goleadores, que siempre están en el momento y lugar exacto para meterla adentro.
Todo lo demás es música. Como el comentario que se echó a volar en el autódromo de Zanvoort, y que dice que Alpha Tauri es una filial de Red Bull y que ese «extraño percance» que acusó el piloto japonés en dos oportunidades, fue solo eso, un comentario…

Así llegaron en Zandvoort

Tabla de Posiciones Equipos
Publicado en www.autoenter.cl Santiago de Chile, domingo 4 de septiembre, 2022.-