El accidente de Lafite provocó la entrada del auto de seguridad, que solo salió para reiniciar la carrera en la última vuelta. Recién allí pudo el neerlandés cazar a Hamilton y quitarle de las manos lo que habría sido su octava corona.
René Durney C. / Fotos: Daimler Global Media Site/ F1 / Red Bull
En la hípica hay un viejo adagio que dice «Caballo alcanzado, caballo ganado». Eso ocurrió en el momento decisivo del término de la última fecha del Campeonato Mundial de la Fórmula 1, disputado hoy domingo en el remodelado autódromo Yas Marina, en Abu Dhabi.
Cuando Max Verstappen ya había asumido que no podría alcanzar el ritmo que llevaba el heptacampeón Lewis Hamilton, sucedió lo impensado: un incidente entre Mick Schumacher y el canadiense Nicholas Lafite terminó con este último yéndose contra el muro y quedar atravesado en la pista, con gran parte de las piezas de su Williams esparcidas sobre ella. De inmediato ingresó el auto de de seguridad mientras una grúa se llevaba el auto siniestrado y se recogían los restos diseminados en el asfalto.
Verstappen había cambiado sus neumáticos recién en la vuelta 38, por lo que esa sería su última parada. En cambio, la estrategia de Mercedes había escogido seguir hasta el final con los compuestos de su única detención. Tanto el rincón técnico como el propio Lewis confiaban en la ventaja que tenían, pese a que el mexicano «Checo» Pérez venía haciendo su papel de escudero ideal para Verstappen, pues se conducía como un «absoluto animal», según lo confesaron los integrantes de su propio equipo, ya que venía haciendo en la pista todo lo que favoreciera la persecución del neerlanés al británico.
Las vueltas se alargaban y cuando solo faltaba solo una, el auto de seguridad se retiró de la pista luego de dejar que pasaran los autos rezagados, y allí se le vino la noche a Hamilton y la luz a Verstappen, ya que con sus neumáticos menos «estresados» que los de Lewis hicieron que el Red Bull rebajara al mínimo los doce segundos y fracción que lo separaban de la Fecha de Plata del inglés. Para el neerlandés era la oportunidad de sus cortos 24 años de edad y no lo dudó un segundo.
Quedaban solo 8,5 km para la línea de meta. Apretó a fondo el acelerador y con ello salió todo ese arrojo, casi limítrofe casi con la irresponsabilidad, que ha demostrado a lo largo de su corta vida como piloto de la máxima categoría del automovilismo deportivo. Ya había dado muestras de ello al comienzo de la carrera en Yas Marina, cuando, pese a tener la Pole, fue superado por Hamilton en la recta de salida.
Así llegaron a la curva siete y se produjo la primera situación polémica de la jornada, cuando Verstappen tocó con su rueda delantera derecha (ver fotos de la secuencia) al auto de Lewis y lo obliga a salirse del trazado de la pista. Pero este no se amilana y toma la curva por esa zona y vuelve a retomar la punta.
A través de la radio se escucharon los reclamos recíprocos de Verstappen y de Lewis, así como los de sus rincones. El neerlandés alegaba que Hamilton debía devolverle la posición, mientras que este pedía que los comisarios revisaran las imágenes y comprobaran que él había sido empujado fuera de la pista.
Pero el el discutido Michael Masi, director de la carrera, no ordenó a los comisarios a emitir una recomendación de penalización y dijo por radio que nada se investigaría y que lo ocurrido solo era era una situación normal de la carrera.
La decisión del director australiano, resistida por los dos bandos, hizo que la disputa se alargara hasta el final de la prueba, donde de nuevo su criterio predominó: la corona del campeón se decidiría de acuerdo a la posición en que giraban los autos hasta el momento de la entrada del safety car, o se dejaría que salieran del medio los monoplazas rezagados, para que la largada fuera con los autos de punta. Prevaleció esto último y la historia ya la sabemos.
Max Verstappen, el «chico malo» (Bad Max, lo apodan), a los 24 consigue su primer campeonato mundial e inaugura, quizás, una nueva era en la historia reciente de la Fórmula 1.
El tercero para el podio fue el español Carlos Sainz, que aprovechó de mil maravillas todo lo que pasaba por delante de él y llevó a Ferrari a un podio que le fue tan escaso en esta temporada.
El equipo Mercedes Benz fue el Campeón de Constructores, con 613,5 puntos, por sobre de Red Bull (585.5) y Ferrari, que fue tercero, con 323,5 unidades.
Al cierre de nuestra edición dominical se supo que el equipo de Mercedes Benz, encabezado por Toto Wolf, había presentado dos reclamaciones a la FIA por dos hechos puntuales ocurridos durante la carrera y que habrían motivado el desenlace de esta con victoria para Verstappen.
La primera, es porque el director de la carrera, Michael Masi no debería haber autorizado el pase de los autos rezagados antes de dar la largada final.
La segunda es porque Verstappen habría adelantado a Hamilton cuando todavía había bandera amarilla y el safety car todavía no salía de la pista.
El malestar de los alemanes provocó que, seis horas después de concluida la carrera, el sitio oficial de prensa de la marca no emitía ningún comunicado no material gráfico de fotos y video, cosa que nunca les toma más de dos horas una vez finalizadas las pruebas normales del calendario anual.
Así llegaron en el autódromo Yas Marina de ABu Dhabi:
Tabla final de Pilotos Temporada 2021
Tabla de posiciones final de equipos Temporada 2021.
Publicado en www.autoenter.cl Santiago de Chile, domingo 12.12.2021.-