Nuevo doblete de la marca germana en Italia.
Una victoria le falta a Lewis para ser campeón.
René Durney C. / Fotos: Daimler Global Media Site
El gran premio Emilia Romagna en Italia fue una fiesta para la escudería Mercedes
Benz, que logró su séptimo título consecutivo y ratificó su enorme superioridad sobre
el resto de los concurrentes al Campeonato Mundial de la Fórmula 1 en su versión
2020.
Todo el mundo habla y escribe que las Flechas de Plata muy lejos de los demás, pero
de pronto se olvidan que las máquinas pueden ser muy perfectas, eficientes y eficaces,
en este caso específico. Pero un ser humano debe guiarlas. Es casi como los programas
de diseño de los computadores de Apple: son fantásticos, pero si el diseñador no tiene
talento, el Mac no hará el milagro.
Y en el caso de los Mercedes, las manos de Lewis Hamilton y de Valtteri Bottas son el
complemento ideal para esas máquinas.
Este primer domingo de noviembre quedó una vez más de manifiesto que Hamilton, al
igual que su auto con el número 44, están varios peldaños por encima del resto, incluso
de Valtteri Bottas, su co-equipo.
Volvieron a ocupar la pole (con este último en primer lugar) y Lewis en la segunda línea de partida.
Pero al igual que casi siempre, el piloto británico se las arregló para aprovechar todas las
oportunidades que se le dan en la carrera (los choques de los demás, la entrada del auto de
seguridad, los incidentes en los pits, el viento, la lluvia, las penalizaciones ajenas o propias)
y su talento.
Por eso está a una victoria de subir al podio otra vez con el título máximo de la temporada.
Este domingo fue la tarde de las camisetas azul piedra en el rincón de Mercedes Benz. En
ellas se imprimió una corona de laureles con el número 1 en el centro y la inscripción
«GP Winners» (Ganadores del Gran Premio).
