Calidad de la marca germana asoma en cada detalle.
Tiene un motor turbo de 1.4 litros y 150 caballos de potencia.
Texto y fotos: René Durney C.
Una de las características más notables de todos los vehículos Volkswagen es que transmiten el ADN de
la marca en todos sus componentes, ya sea si hablamos de diseño, de motores, de andar y de calidad de
construcción.
Es lo que me pasó al subirme al nuevo Jetta R Line. En la aproximación, el dibujo de la carrocería presenta
muchos detalles ya vistos en las versiones anteriores, pero más estilizados y angulosos. No solo es una
ilusión óptica que se vea un poco más grande que aquellas, sino que efectivamente se agrandó unos milímetros
en todas las direcciones, siendo el ancho lo que más llega a la vista.
El frontal presenta una parrilla en forma de trapezoide con barras horizontales, que marcan la pauta de todas
las líneas que se aprecian en la trompa, todas paralelas.
Los faros aguzados, con luces LED en sus contornos exteriores, forman un todo con la parrilla y dan paso a un
paragolpes de una sola pieza, que tiene una gran toma de aire inferior y neblineros empotrados en las esquinas.
En los flancos, la cintura está expresamente marcada con una línea longitudinal que va desde el pasa rueda
delantero hasta el vértice del ángulo superior de los faros traseros.
El diseño de las puertas dedica bastante más superficie a las delanteras que a las traseras. El techo presenta una
pronunciada caída hacia atrás para configurar una silueta muy parecida a la de un hatchback, con lo que se logra
un aspecto muy deportivo. El maletero es profundo y con una buena capacidad de carga en sus 510 litros de
volumen.
El interior es atractivo, elegante y futurista, pues salta a la vista el panel de instrumentos, que presenta dos
superficies contiguas de pantallas digitales donde se concentra la información mecánica para el conductor (detrás
del volante) y otra para el infoentretención, en el centro del tablero.
La primera es de 10 pulgadas y su información «aparece» en forma digital el lugar de la tradicional análoga, aunque
conserva el dibujo circular del velocímetro y tacómetro, los que «desaparecen» al apagar el motor. En la segunda
pantalla está todo el paquete de entretención, con el equipo de sonido, el sistema de conectividad para aparatos
telefónicos a través de CarPlay y Android Auto y la información de clima, navegación y otras.
El volante está forrado en cuero sintético y presenta la forma deportiva en forma de «D», con el borde inferior plano
y un logro con la letra «R» que identifica al modelo.
El techo panorámico permite inundar de luz el habitáculo, lo que ayuda a crear una ilusión óptica de mayor espacio.
Los materiales usados en tapices, puertas y guarniciones es de primera calidad y los ajustes de las piezas móviles es
correcta.
AL VOLANTE
Apenas se pulsa el botón de partida se siente que manejar el VW Jetta R será una experiencia distinta. El motor de
1.4 litros es turboalimentado TSI ( Turbo Stratified Injection) y eroga 150 caballos de potencia y un par torsional de
250 Nm a contar de las 1.500 vueltas del cigüeñal. Al disponer de esa relación de par a bajas rpm, la sensación de
aceleración potente e instantánea torna muy deportivo el manejo, que se complementa con suspensiones firmes y
buen agarre al piso.
No obstante ello, si a esta esta configuración se le agrega que los neumáticos son de perfil
delgado (205/55/17), la copia de la superficies por las que se circula es tan precisa, puede resultar un poco áspero
llevarlo por pavimentos demasiado irregulares.
En la autopista, en cambio, es una delicia el manejo. Y en los caminos sinuosos, con curvas cerradas, el Control
Electrónico de Estabilidad produce un notable equilibrio en el balanceo y transmite una agradable sensación de
seguridad y máximo control.
Me resultó interesante el trabajo de la transmisión automática de seis velocidades, que ofrece respuestas instantáneas,
aunque para ello es necesario tomarle la mano, o mejor dicho «el pié», para intentar rebases en trechos cortos.
En términos de rendimiento, las cifras homologadas por la fábrica son de 12km/litro en ciudad; 17 km/litro en carretera
y 12 km/litro en ciclos mixtos. Esto, llevado a relaciones de consumo, significan 7,8 litros cada 100 km en ciudad; 5,8
litros en la carretera y 6,9 litros en tramos combinados.
El precio del Volkswagen Jetta R Line es de $16.690.000.