Piloto inglés ganó en gran forma el Gran Premio de Italia.
Pese a toparse con Vettel en la primera curva, logró salir ileso.
Escribe René Durney C. / Fotos: Mercedes Benz
Monza parecía un estadio de fútbol en medio de un clásico sudamericano o un Barcelona-Madrid. Los hinchas italianos fueron a ver
ganar a Ferrari a cualquier precio. Y a ver perder a Hamilton y su Mercedes Benz. Para ello ejercieron toda la presión posible contra
el piloto británico, al que insultaron permanentemente.
Además, todo parecía indicar que estaban dadas las condiciones para celebrar una tarde gloriosa para los cavalinos rampantes, que
el las jornadas previas de a Qualy volvieron a demostrar que este año los motores de Ferrari están más rápidos y confiables que los
de las Flechas de Plata. Y se había conseguido la «pole» (Vettel) y el segundo puesto en la grilla de largada.
Por último, se corría en casa, «de local». ¿Qué más se podía pedir?
Pero en la tercera fila estaba el Mercedes de Hamilton.
¿Qué pasó entonces?
Que la salida veloz de Vettel duró solo hasta la primera curva, cuando los autos del inglés y el de Vettel se toparon levemente, aunque
igualmente volaron partes de ambos autos. Pero el alemán no pudo controlar el suyo e hizo un trompo que lo sacó de la pista y lo obligó
a esperar que pasara todo el pelotón compacto después de la largada. Bajó del primero al 19º lugar con toda la carrera por delante.
La maniobra de Hamilton para adelantarlo justo en a curva, a riesgo de toparse, fue calificado por todos como una gran lección de manejo
para optar a cosas grandes en este tipo de competencias. No obstante Vettel se quejo de que Hamilton no le dejó espacio para girar la
curva y hasta esperó un pronunciamiento de los comisarios. Pero estos nada dijeron y Hamilton ya tenía por delante su objetivo: la meta.
Manejó detrás de Räikkönen pacientemente y esperó las instrucciones de su rincón técnico, que lo hizo pasar a boxes solo en la vuelta 29,
lo que le permitió tener más agarre en los tramos finales que se corrían a gran temperatura ambiente, con una mayor degradación de los
neumáticos.
En tanto, Räikkönen escoltó a Hamilton junto a Bottas, que silenciosamente colocó a la otra Estrella de Plata en en podio mientras que
Vettel, el gran favorito de la jornada, recuperó su andar para terminar en el cuarto puesto y puntuar, pese al disgusto de la hinchada brava
de los italianos, que ya comenzaron a cuestionar la continuidad del alemán, acusándolo de no tener «ese algo» que se necesita en los
momentos clave para ganar carreras, sobre todo cuando ahora se equiparó e incluso superó el rendimiento de los Mercedes.
Hamilton tiene ahora una meta clara: convertirse en pentacampeón de la Fórmula 1, algo que solo han logrado Fangio y Schumacher.
ASÍ LLEGARON
LA TABLA DE PILOTOS
LUGAR PILOTO PUNTOS
LA TABLA DE CONSTRUCTORES
LUGAR EQUIPO PUNTOS