El australiano brindo una clase magistral de manejo.
La entrada a boxes fue determinante para asegurar victoria.
Escribe: René Durney C. / Fotos: Mercedes Benz / Red Bull / Renault / Ferrari
Daniel Ricciardo fue la gran sorpresa en el Gran Premio de China, disputado hoy en el circuito de Shanghai.
Primero, porque todo el mundo pensó en la estadística de los pilotos en este autódromo y Vettel marcaba
en la mayoría de las apuestas, pues el piloto alemán es el más ganador en los circuitos asiáticos (27 de sus
49 triunfos de su carrera).
Segundo, porque los Ferrari han demostrado que este año serán duros rivales para los Mercedes Benz, los que
pese a no lograr victorias en las dos primeras fechas, igual suman los suficientes puntos para ir primeros en la
tabla de constructores.
Y tercero, porque el lugar de salida en la grilla -sexto- no era el mejor para un circuito tan veloz como el chino,
y porque delante de él estaban los Ferrari y los Mercedes.
Pero la Fórmula 1 encanta porque pueden pasar cosas increíbles, que no están ni en el mejor libreto de cine.
Los Toro Rosso dan la nota al salir con una estrategia distinta: el auto de Brendon Hartley comienza con neumáticos
ultrablandos y el de Pierre Gasly con medios.
Ya en la largada se advirtió que el joven holandés Max Verstappen seria protagonista por su temeraria audacia, que
a veces bordea en la irresponsabilidad. En la curva 6 adelantó por fuera Kimi Räikkönen y anuncia que dará pelea. 
Sebastian Vettel y Valtteri Bottas son los lideres y todo parece normal. Pero un insólito choque de los Toro Rosso
obliga la entrada del auto de seguridad, momento que los Red Bull entran a boxes y calzan neumáticos blandos.
Ricciardo comienza entonces su cacería de los punteros. Raikkonen ha pagado las consecuencia de un choque
provocado por terceros; Hamilton no está en su mejor día y solo se aferra a la caza de puntos que le traerá el cuarto
puesto que defiende con todo, impidiendo que Verstappen lo pase e incluso se salga de la pista por intentar un
adelantamiento en una zona no apta para ello.
Pero faltaba el show de Ricciardo, que en una acción impresionante, adelantó a los «líderes» lógicos. Tanto Lewis Hamilton,
como Valtteri Bottas y Sebastian Vettel tuvieron que ver pasar al australiano, que terminó en el primer lugar y además
hizo la vuelta más rápida de la carrera, al marcar 1 minuto y 37,78 segundos en el giro 55.
Lewis, con su cuarto puesto también rompió un récord: cumplió 28 carreras en las que saca puntos en forma consecutiva.
Para los registros de Mercedes quedará que es la primera vez en los últimos años que pasa tres carreras sin ganar, pero
igual puntúa para ser líder en la tabla de constructores.
Así llegaron:
Posición Piloto Escudería Tiempos Paradas
